Llega el verano, las fiestas, los puentes largos… y con ello, una realidad triste que se repite cada año: el abandono de mascotas. Es increíble pensar que en pleno siglo XXI, con toda la información y opciones disponibles, todavía haya personas que deciden deshacerse de sus animales cuando llegan las vacaciones. Los refugios se llenan, las protectoras no dan abasto y muchos perros y gatos terminan en la calle sin la menor posibilidad de sobrevivir. ¿Pero por qué sigue ocurriendo esto?
Antes, viajar con mascotas era complicado. Hoteles, aerolíneas, transportes públicos… casi nadie permitía que te llevaras a tu perro o gato contigo. No había tantos servicios ni facilidades como hoy, y la gente que no quería complicaciones simplemente los dejaba atrás. Algunos tenían la suerte de quedarse con familiares o vecinos, pero otros terminaban abandonados en carreteras o en el campo. Era una práctica cruel y normalizada.
Hoy en día, las cosas han cambiado. Ahora hay mil opciones para que tu mascota viaje contigo sin problemas. Puedes llevarla en avión, en coche, en tren… incluso hay hoteles y casas vacacionales donde son bienvenidos. No hay excusas para dejarlos atrás.
¿Qué sucede con los animales abandonados durante las vacaciones?
El abandono de mascotas es una problemática que se intensifica durante las temporadas vacacionales, especialmente en verano. Según datos recientes, en España se registran anualmente alrededor de 288.000 abandonos de perros y gatos, lo que equivale a casi 800 animales abandonados cada día. De estos abandonos, aproximadamente el 40% ocurren durante las vacaciones de verano.
En años anteriores, las cifras eran igualmente alarmantes. Por ejemplo, en 2006 se estimaba que, de los 200.000 animales abandonados anualmente, 80.000 correspondían al periodo vacacional estival, representando también un 40% del total. Aunque las cifras absolutas de abandono han variado ligeramente a lo largo de los años, la proporción de abandonos durante las vacaciones se ha mantenido preocupantemente alta.
Es importante destacar que, a pesar de las campañas de concienciación y las nuevas legislaciones que buscan proteger a los animales de compañía, España sigue siendo uno de los países europeos con mayor número de mascotas abandonadas. Esto subraya la necesidad de continuar educando sobre la tenencia responsable y fomentar alternativas para que las mascotas sean parte integral de nuestras vidas, incluso durante las vacaciones.
Opciones para viajar con tu mascota
Viajar en coche
Es una de las opciones más cómodas, pero hay que hacerlo bien. No puedes llevar a tu perro o gato suelto dentro del vehículo. Además de ser peligroso en caso de accidente, puede distraerte y poner en riesgo a todos los ocupantes. Lo ideal es usar un transportín, un arnés de seguridad o una barrera separadora si es un perro grande. También hay que hacer paradas cada dos o tres horas para que beban agua, estiren las patas y hagan sus necesidades. Es recomendable llevar una manta o cojín para que viajen más cómodos, además de juguetes o premios para que se sientan seguros. Nunca dejes a tu mascota sola dentro del coche, especialmente en verano, ya que el calor puede ser fatal en pocos minutos.
En tren o autobús
Cada vez más compañías permiten viajar con animales, pero las condiciones varían. Algunas solo aceptan mascotas pequeñas en transportines, mientras que otras tienen zonas específicas para viajar con perros más grandes. Lo mejor es informarse con antelación y elegir la opción que mejor se adapte a ti y a tu compañero peludo. Además, es importante asegurarse de que tu mascota se sienta cómoda en este tipo de transporte, ya que el ruido, el movimiento y la presencia de desconocidos pueden estresarlos. Lleva agua, una manta y algún juguete para que el trayecto sea más agradable. También revisa si es necesario reservar con antelación y qué documentación piden, ya que algunas compañías exigen cartilla sanitaria al día y bozal en el caso de los perros.
En avión
Aquí es donde más dudas surgen. No todas las aerolíneas aceptan mascotas y las que lo hacen tienen normas diferentes. Algunas permiten que viajen en cabina si son pequeños y caben en un transportín bajo el asiento, mientras que otras los envían en bodega. Es importante revisar los requisitos y asegurarse de que tu mascota estará cómoda y segura durante el viaje. Antes de volar, acostumbra a tu mascota al transportín para que no se sienta ansiosa. También consulta con el veterinario si es recomendable administrar algún calmante suave. Si tu mascota debe viajar en bodega, revisa las condiciones del avión y la aerolínea para garantizar su bienestar. Recuerda llegar con tiempo suficiente al aeropuerto para hacer los trámites con calma y evitar contratiempos.
Cómo transportar a las mascotas en el avión
Para resolver esta duda que suele atormentar a mucha gente, hemos contactado con una empresa de transporte de animales llamada Animales por Avión, del Grupo Star Cargo, que estuvo encantada de definir el proceso que se debe de seguir dependiendo de la mascota:
Si tienes una mascota pequeña, como un perro de raza pequeña o un gato, y cabe en un transportín que cumpla con las medidas que exige la aerolínea, puedes llevarla contigo en la cabina. En este caso, el transportín debe colocarse debajo del asiento delantero durante el vuelo, y la mascota debe permanecer dentro en todo momento. Es una opción ideal porque puedes estar a su lado, tranquilizarla si se pone nerviosa y asegurarte de que esté bien.
Pero si tu compañero peludo es más grande y no cabe en un transportín de cabina, tendrá que viajar en la bodega del avión. Esto suele generar preocupación, pero la realidad es que las aerolíneas y empresas especializadas han mejorado mucho el transporte de animales en los últimos años. Los compartimentos donde viajan están presurizados y climatizados, con condiciones similares a las de la cabina para garantizar que no pasen frío ni calor extremo. Además, hay protocolos estrictos para minimizar el estrés del animal antes, durante y después del vuelo.
Las aerolíneas que aceptan mascotas en bodega siguen regulaciones internacionales de bienestar animal. Esto implica que los animales no se almacenan junto al equipaje, sino en una zona específica del avión con control de temperatura, ventilación adecuada y un sistema que evita cambios bruscos de presión. También hay normativas que limitan la cantidad de tiempo que un animal puede estar dentro del transportín antes y después del vuelo para evitar que pase demasiado tiempo encerrado.
Si tu mascota va a viajar en bodega, es fundamental preparar bien el viaje. Lo primero es elegir un transportín seguro y homologado que le permita estar de pie, girar y tumbarse cómodamente. Además, es recomendable acostumbrarla al transportín con semanas de antelación para que no lo asocie con algo negativo. Puedes hacerlo dejándolo en casa con la puerta abierta y colocando dentro su manta favorita, juguetes o premios para que lo relacione con un lugar seguro.
El día del vuelo, se recomienda que la mascota haya comido varias horas antes del despegue para evitar problemas digestivos, pero tampoco debe viajar en ayunas. También es importante asegurarse de que tenga agua suficiente y que el transportín esté bien identificado con su nombre, tus datos de contacto y cualquier indicación relevante. Algunas aerolíneas permiten que los dueños proporcionen una manta o prenda con su olor dentro del transportín para que la mascota se sienta más tranquila.
Si el vuelo es muy largo o tu mascota es especialmente nerviosa, puedes consultar con un veterinario sobre la posibilidad de darle algún tranquilizante natural o feromonas para reducir su ansiedad. Sin embargo, los sedantes fuertes no se recomiendan porque pueden afectar su capacidad para reaccionar ante los cambios de presión durante el vuelo.
También existen empresas especializadas en transporte de mascotas que organizan todo el proceso, desde la documentación hasta la entrega en destino. Estas compañías ofrecen servicios personalizados, incluyendo la recogida en casa, atención veterinaria previa al vuelo y monitoreo en tiempo real del trayecto.
¿Y si no puedes llevarla contigo?
Si realmente no puedes llevar a tu mascota de vacaciones, eso no significa que tengas que dejarla en casa sin cuidados o, peor aún, abandonarla. Existen muchas alternativas responsables que garantizan su bienestar mientras disfrutas de tu viaje.
Las residencias para animales son una de las opciones más seguras. Son como hoteles para mascotas donde cuentan con personal especializado, áreas de juego, alimentación adecuada e incluso servicios veterinarios en caso de emergencia. Algunas permiten visitas previas para que puedas conocer el lugar y asegurarte de que tu compañero estará en buenas manos.
Si prefieres algo más personalizado, hay hogares temporales donde cuidadores especializados atienden a tu mascota en un ambiente más familiar. También existen servicios de canguros a domicilio que se encargan de su alimentación, paseos y compañía sin que tenga que salir de su entorno habitual.
Estas opciones no solo son seguras, sino que además evitan el trauma del abandono y permiten que tu mascota esté bien atendida hasta tu regreso.
Cuidemos de ellos
Nuestras mascotas nos acompañan todos los días, nos dan amor incondicional y confían en nosotros para su bienestar. No son un juguete ni algo que puedas desechar cuando te incomoda. Ahora hay muchas formas de viajar con ellos o asegurarte de que estén bien cuidados si no puedes llevarlos. No hay excusas para el abandono.
Viajar con tu mascota no solo es posible, sino que puede ser una experiencia increíble. Planifica con tiempo, elige la mejor opción y haz que ellos también disfruten de las vacaciones. Porque cuando decides tener un animal, asumes la responsabilidad de cuidarlo siempre, no solo cuando te conviene.